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Natura Medicatrix. Número 45. Invierno 1996-1997.
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Diferencias entre músculos estáticos
y dinámicos
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Músculos estáticos
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Músculos dinámicos
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Constituyen la mayoría de músculos esqueléticos. | Son mucho menos numerosos. |
Aseguran la estática. | Junto con los estáticos, aseguran el movimiento. |
Tienen una contracción lenta y sostenida. | Contracción rápida. |
Riqueza en tejido conjuntivo. | Poco tejido conjuntivo. |
Poseen fibras musculares cortas. | Poseen fibras musculares largas. |
Realizan movimientos involuntario-inconscientes. | Realizan movimientos voluntario-conscientes. |
Color rojo (riqueza en mioglobina) | Color pálido (al microscopio) |
Su apartado sensorial (huso) tiene un mayor número de fibras en saco (registran estados constantes de distensión). Fibras sensitivas anuloespirales en forma de flores. | Su aparato sensorial tiene un mayor número de fibras en cadena (registran distensiones puntuales). Fibras sensitivas anuloespirales. |
Tendencia a: acortamiento, hipertonía, rigidez. | Tendencia a: alargamiento, hipotonía, flaccidez. |
¿Por qué esas diferencias? Porque los músculos estáticos
deben asegurar la función estática, y si ante una agresión
se relajaran, nos vendríamos abajo. Cuanto mayor es la agresión,
más rígidos se vuelven. En cambio los dinámicos no tienen
esa responsabilidad, y pueden permitirse estar fláccidos sin poner
en peligro ninguna función vital.
La fisioterapia clásica actúa musculando indiscriminadamente
tanto los músculos estáticos como los dinámicos, con
ejercicios isotónico-concéntricos o isométricos, o bien,
realizando tracciones pasivas. Tonificar un músculo dinámico
puede estar indicado, pero hacerlo con un músculo estático no
hace más que agravar la patología, porque aumentará su
acortamiento y rigidez. Ello se traducirá a la larga en un aumento
de la compresión articular, lesión tendinosa, deformación
y/o dolor.
Cuarto error: tonificar músculos estáticos. Por el contrario,
hay que devolverles la elasticidad perdida.
Consideremos ahora la siguiente situación: si tenemos una extremidad
que acaba de salir del yeso a consecuencia de una fractura, nos encontramos
con un problema de atrofia muscular debida a la inmovilidad, tanto de los
músculos estáticos como de los dinámicos. Pero además,
los estáticos se han vuelto rígidos y dificultan la movilidad
articular. Si los estiramos pasivamente no aumentará su masa muscular.
Si los tonificamos, aumentará el grado de rigidez. ¿Cómo
resolver este problema?. Existe una solución: el trabajo isotónico-excéntrico,
que consiste en pedir la contracción del músculo que queremos
estirar. De esta forma se alarga, a la vez que recupera miofibrillas. Pero
será eficaz siempre que el trabajo sea global y simultáneo sobre
toda una cadena funcional, y no únicamente sobre los músculos
que se inmovilizaron. Aunque la lesión haya sido en un dedo, el trabajo
debe ser global y simultáneo; de lo contrario crearemos compensaciones
a distancia.
Quinto error: trabajo pasivo de estiramiento local. Hay que pedir la
contracción a la vez que alargamos la cadena muscular.
Así pues, hay que trabajar de forma diferente músculos que
son diferentes. No se puede continuar realizando un trabajo ajeno a las
más elementales leyes de la fisiología, anatomía y biomecánica.
Primero: no sufrir.
Al igual que a nivel psicológico logramos «olvidar» los
acontecimientos dolorosos, aunque el precio a pagar sea la neurosis, a nivel
de las estructuras músculo-esqueléticas seguimos fielmente la
misma regla: no sufrir. Para ocultar un dolor músculo-esquelético
haremos las compensaciones que sean necesarias y, si es preciso, llegaremos
a la deformación. Si a pesar de todo aparece un dolor, podemos estar
seguros que se trata de algo importante, porque todo el sistema automático
está programado para impedir que aflore a la consciencia. Por este
motivo es tan importante actuar al menor síntoma doloroso, e intentar
remontarse a la causa.
Segundo: respetar las hegemonías.
Las hegemonías son funciones vitales sin cuyo cumplimiento peligra
la vida. La mayoría de ellas están bajo el dominio automático-inconsciente,
como la circulación, la digestión, la respiración. Pero
existen funciones hegemónicas sobre las que podemos tener una cierta
intervención consciente. La respiración es una muestra de ello:
a pesar de estar regulada por el sistema vegetativo, podemos aumentar o disminuir
a voluntad la frecuencia o amplitud respiratoria.
Hay cuatro funciones hegemónicas que dependen del aparato músculo-esquelético.
El cuerpo intentará guardar estas funciones a cualquier precio:
Siguiendo un fascinante sentido de economía, los músculos estáticos que están en permanente actividad tónica, aseguran las hegemonías.
Respiración.
La inspiración es un mecanismo antigravitatorio: hay que sostener las
costillas y todo el peso suspendido en ellas, y elevarlas en cada movimiento
de inspiración. Es un mecanismo muscular activo. En cambio la espiración
está favorecida por la gravedad, y se produce por la relajación
fibroelástica de los músculos inspiradores.
Las hegemonías son muy egocéntricas, como podemos observar examinando
la de la respiración: para asegurar lo que es fundamental, ésta
dispone de una gran supremacía de músculos inspiradores:
La espiración casi siempre se hace sin contracción. Los abdominales
sólo actúan en la gran dinámica, así como el triangular
del esternón y el cuadrado lumbar.
¿Por qué todos acabamos bloqueados en posición inspiratoria?
Porque se establece un círculo vicioso: todos los inspiradores son
estáticos, puesto que los músculos estáticos tienden
al acortamiento, todos tenemos tendencia a estar más o menos bloqueados
en inspiración. Esto significa que conforme vayan acortándose
los músculos, las costillas ya no podrán descender a la posición
inicial de espiración. Aumentará el aire residual de nuestros
pulmones, pero disminuirá el volumen de intercambio en cada respiración.
Para compensarlo, debemos hacer un mayor esfuerzo muscular, y ello producirá
un nuevo acortamiento. Para obtener el oxígeno que necesitamos sólo
nos quedará la posibilidad de aumentar la frecuencia respiratoria,
con lo cual aumentará el sobreesfuerzo muscular, y la tendencia al
acortamiento, cerrándose el círculo vicioso.
Morfológicamente se traduce en unas costillas muy elevadas que podemos
ver en atletas, fumadores crónicos o trabajadores de oficios duros.
El enfisema pulmonar sería la máxima expresión de este
problema biomecánico. Los ejercicios en inspiración aumentan,
lógicamente el bloqueo inspiratorio.
Sexto error: trabajar en inspiración. La primera maniobra en
una sesión de Reeducación Postural Global es hacer espirar al
paciente, y ello se mantiene a lo largo de toda la sesión.
La toma de alimento (manos libres).
Una vez más son los músculos estáticos los que aseguran
esta función esencial, también antigravitatoria: mantener la
cintura escapular, brazo, antebrazo y mano, coger los alimentos y llevarlos
a la boca, trabajar, etc. Desde el punto de vista muscular, esta hegemonía
tiene a su disposición tres cadenas musculares:
Cualquier lesión en la mano será «diluida» hacia arriba para que ésta permanezca disponible. El acortamiento muscular generado por una lesión será llevado inconscientemente al centro (hombro, columna, etc.).
Bipidestación.
En condiciones normales nos mantenemos por el tono muscular y la resistencia
fibroelástica y no por la contracción muscular. La bipedestación
es esencial para la supervivencia: búsqueda de alimento, vida de relación,
etc. Pero, ¿cómo se conquista esta aventura biomecánica
propia del ser humano?.
El bebé está «desplegado», es elástico, porque
todavía no ha ganado la victoria de la posición erecta. La proeza
biomecánica de mantenernos erguidos en una base de sustentación
tan pequeña como los pies sólo es posible gracias al reclutamiento
de los músculos estáticos. El bebé está en flexión,
abducción, rotación externa. Los músculos estáticos
son extensores, aductores, rotadores internos .
La primera aventura del bebé es mantener la cabeza, cinco veces más
grande en relación al adulto. Para ello reclutará los músculos
de la nuca. La segunda ventura es mantenerse sentado: reclutará los
espinales inferiores. La tercera es el gateo (fase de cuadrúpedo),
en la que empezará a solicitar los estáticos de las extremidades.
La cuarta aventura es la bipedestación, al principio sin lordosis lumbar
y en flexión-rotación externa de rodilla (fase de plantígrado).
Y, finalmente, reagrupa los miembros y forma la lordosis lumbar, por tracción
del psoas, adquiriendo la postura adulta.
Ello significa una mayoría aplastante de los músculos estáticos:
toda la cadena posterior (espinales, glúteos, isquiotibiales, tríceps
sural, plantares), cadena anterior y lateral de la cadera (psoas ilíaco,
aductores pubianos, deltoides, glúteo, fascia lata y músculos
estáticos de la pierna, especialmente el tibial anterior). Los dinámicos,
como los abdominales, cuadriceps, etc., son mucho menos numerosos y no sirven
para contrarrestar a los estáticos. Es absurdo, por lo tanto, pretender
luchar contra la hiperlordosis lumbar musculando abdominales.
Mirada horizontal.
La gran finalidad de la función estática es la mirada horizontal.
Podemos tener grandes desequilibrios en el tronco o las extremidades, a pesar
de lo cual nuestro sistema automático hará las compensaciones
necesarias para preservar la horizontalidad de la mirada. Por ejemplo, una
gran escoliosis puede coexistir con un equilibrio de la mirada. Todas las
vértebras pueden estar desviadas, pero se mantendrá el equilibrio
de la cabeza. Ello es posible gracias al sistema de ajuste que existe entre
el occipital, el atlas y el axis, con sus pequeños músculos
cibernéticos capaces de rectificar de forma permanente cualquier desequilibrio
vertebral inferior, ayudados por el esternocleidomastoideo. Cuando a pesar
de esa tendencia a salvaguardar esta hegemonía veamos desequilibrios
de la cabeza, es que nos hallamos ante un problema enorme que ha sobrepasado
las posibilidades de compensación.
Este maravilloso mecanismo que asegura las grandes hegemonías (respiración, manos libres, pies en el suelo, mirada horizontal), presentan inconvenientes.
Primer inconveniente: las agresiones contraen los músculos
estáticos.
Hemos dicho que los músculos estáticos organizados en cadenas
funcionales, no pueden permitirse estar débiles porque si así
fuera, nuestro edificio óseo se vendría abajo. Por lo tanto,
ante cualquier agresión reaccionan aumentando el tono muscular. Cuando
más agredidos, más rígidos. Si la agresión es
leve no dejará secuelas, pero si es importante o repetitiva se traducirá
en un acortamiento permanente. Y un músculo, una vez acortado, no devuelve
espontáneamente la longitud perdida. Sólo mediante un alargamiento
global y simultáneo puede recuperar toda o parte de esa longitud. En
cambio, un estiramiento local no hará otra cosa que trasladar el acortamiento,
camuflar la lesión.
Así pues, las lesiones en lugar de resolverse se fijan en acortamiento
muscular permanente, creando desequilibrios de tensiones que se irán
propagando a lo largo de las cadenas musculares, pudiendo dar problema a distancia
y al cabo de un tiempo.
No sólo las lesiones acortan los músculos. El sobreesfuerzo
debido a trabajos físicos duros o repetitivos actúa también
como una agresión y acaba acortando los músculos más
solicitados. A mayor esfuerzo, mayor acortamiento y rigidez. De ahí
la importancia preventiva de la Reeducación Postural Global en profesiones
que entrañan sobreesfuerzo muscular.
Segundo inconveniente: círculo vicioso.
La sarcómera es la unidad contráctil del músculo. Consta
de filamentos proteicos de actina y miosina que se interpenetran. Durante
la contracción aumenta el grado de penetración, y en la relajación
vuelven a su posición inicial. Pero cuando un músculo es sometido
a un esfuerzo prolongado, la sarcómera ya no vuelve a la posición
inicial en la fase de relajación. El músculo se ha hecho más
resistente, pero ha perdido elasticidad.
Al perder elasticidad, también pierde fuerza contráctil, por
lo que deberá esforzarse más. A mayor esfuerzo, mayor acortamiento,
cerrándose así el círculo vicioso que ya hemos visto
en la respiración, y que es el causante de todo tipo de lesiones musculares,
tendinosas, articulares y óseas. La artrosis, tendinitis, protusiones
discales y deformaciones, no son más que la expresión de la
rigidez de los músculos estáticos. Si comprendemos esto,
estaremos en disposición de poder ayudar a mejorar la calidad de vida
de muchos pacientes y la nuestra propia.
Tercer inconveniente: los músculos que nos erigen, nos aplastan.
La gravedad es una fuerza vertical hacia abajo. Como nuestra línea
de gravedad cae por delante de la articulación del tobillo, nuestra
tendencia es la de caer hacia delante. Para evitarlo necesitamos un dispositivo
muscular posterior que contrarreste esta tendencia. Lo ideal sería
disponer de un músculo que traccionara nuestra cabeza en sentido vertical
hacia arriba, como los hilos de una marioneta. Pero no sólo carecemos
de él, sino que además los músculos encargados de luchar
contra la gravedad tienen su punto fijo inferior.
Los músculos antigravitatorios, pues, tienen que erigirnos tomando
como punto dijo su inserción inferior, coaptando las articulaciones.
Cuando mayor sea la rigidez muscular, mayor será la compresión
sobre las articulaciones.
Son posturas de alargamiento progresivo y global de los músculos estáticos y la tonificación - si es preciso- de los dinámicos, con el fin de remontarse desde el síntoma hasta la causa de las lesiones, suprimiendo ambos a la vez y buscando la armonía morfológica.
¿Por qué posturas y no alternancias?.
En primer lugar porque las posturas permiten valorar el grado de rigidez muscular
y corregirla de forma progresiva y global.
En segundo lugar, porque al tirar de un extremo muscular, el músculo
recupera la longitud en el otro extremo. Mediante las posturas podemos evitar
las compensaciones.
En tercer lugar, por el comportamiento elástico del músculo.
Sabemos que un cuerpo elástico es aquel que se alarga al ser sometido
a fuerzas deformantes y que al cesar éstas, vuelve a su longitud inicial.
En cambio, un cuerpo plástico, al cesar las fuerzas deformantes, ha
experimentado un alargamiento residual permanente llamado fluencia. El músculo
se comporta como un cuerpo visco-elástico, y se le puede aplicarla
siguiente ecuación:
Fuerza x tiempo
Fluencia (alargamiento residual) = ---------------------------- Coeficiente
de elasticidad
Es decir: el alargamiento que experimenta un músculo tras someterlo a una tracción es directamente proporcional a la fuerza y al tiempo, e inversamente proporcional al coeficiente de elasticidad propio del músculo.
Consecuencias prácticas de esta ecuación:
1. Cuando más rígido es un músculo, más
se alargará (menor coeficiente de elasticidad).
2. En la primera sesión es donde hay el máximo efecto
(porque el músculo está más rígido).
3. Si pedimos la contracción del músculo que queremos
alargar, disminuimos su coeficiente de elasticidad y, por lo tanto, obtendremos
mayor alargamiento (verificación de que es mejor trabajar activamente
que pasivamente).
4. Si aumentamos el tiempo de tracción no necesitaremos hacer
tanta fuerza para lograr el mismo alargamiento, con lo cual se reduce el peligro
de provocar lesiones. Es igual tirar 1 gramo en 10 minutos, que 10 gramos
en 1 minuto. Como las posturas aumentan el factor tiempo, queda justificado
que son más eficaces que las alternancias.
5. Cuando más tiempo, mayor es el alargamiento obtenido.
6. En una cadena con varios músculos, el primero que se alarga
es el más rígido.
Los principios de corrección que establece la Reeducación
Postural Global respecto al a fisioterapia clásica son:
1. tratar enfermos, no enfermedades.
2. no limitarse al síntoma, buscar la causa.
3. trabajo global y simultáneo, no analítico.
4. no tonificar músculos estáticos, sino alargarlos.
5. trabajo activo, no pasivo,
6. trabajo en espiración, no en inspiración.
7. trabajo en posturas, no en alternancias.
Éstas y otras importantes aportaciones basadas en sólidos argumentos
demostrables, confieren a la Reeducación Postural Global la categoría
de un método científico que se apoya en la observación,
en la anatomía, fisiología y biomecánica, y no en conceptos
desfasados que debería suprimirse cuanto antes de las enseñanzas
universitarias. En el aspecto clínico, nos permiten prevenir y tratar
importante problemas del aparato locomotor, mejorando el pronóstico
y la calidad de vida de muchos enfermos.
No puede dejar de expresar mi admiración y agradecimiento a Philippe
Souchard por haber puesto en mis manos esta formidable arma terapéutica.
Dirección de la autora:
Centre Teràpies Globals
Dra. Montserrat Palacín.
Bruc, 68 5º 1ª.
08009 Barcelona (Estado español).
Teléfono: 93-4877386.
Obras de Philippe Souchard.
Editions le Pousoë:
Le Champ Clos (traducido al castellano: El Campo Cerrado).
Le Diaphragme.
La Respiration.
Les Autopostures Respiratoires.
Préparacion à la Naissance.
Les Cahiers de la R.P.G. Tome I.
Les Cahiers de la R.P.G. Tome II.
Les Autopostures de Redressement.
La R.P.G. et les Lessions Articulaires.
Collection «Les carnets simples»:
Le Dos.
Vous-avez dit Holistique.
R.P.G. Quid.
Édition DésIris:
De la Perfection Musculaire à la Performance Sportive (traducido al
castellano).
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Instituto de Terapias Globales
Dr. Aitor Loroño.
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